En el Piaget nos hemos caracterizado por formar una comunidad cercana y comprometida. Y así celebramos el Día de Muertos, donde los protagonistas fueron nuestros papás y mamás.
Todo surgió con una convocatoria que invitaba a los papás a formar la ofrenda de muertos por grupo, eligiendo un estado de la República Mexicana. Fue así como empezamos a recibir propuestas de estados y sugerencias de montajes; se respiraba un aire de emoción y creatividad.
Queríamos que esta oportunidad sirviera para fortalecer los lazos de las mamás de cada grupo y contagiara la parte indagadora que hemos fomentado en la educación de nuestros niños Piaget.
Papel picado, flores de cempasúchil, calaveritas de azúcar y chocolate, fruta, pan de muerto, manteles, veladoras, retratos, calacas, incienso, entre muchos otros materiales, desfilaron por todo el colegio, pero lo que más veíamos era un entusiasmo colectivo, un compromiso enorme por presentar una gran ofrenda, mucha creatividad, sonrisas, risas, esfuerzo… un aire diferente y especial.
El resultado final de las ofrendas fue espectacular, fue un gran reflejo de nuestras costumbres y tradiciones representadas a través del trabajo en equipo.
Sin duda, este evento nos recordó lo importante que es que nuestros papás y mamás se involucren en algunas actividades del colegio, donde puedan reafirmar por qué están aquí. Porque no somos solo un colegio, somos una familia con el mismo fin: formar niños íntegros y felices, y definitivamente este evento nos demostró que todos caminamos de la mano hacia el mismo objetivo.
Agradecemos a cada uno de nuestros papás y mamás por su valiosa participación, gracias a ustedes el resultado fue asombroso y la sonrisa que les regalaron a sus hijos quedará en nuestro recuerdo.