Hay niños que desde chiquitos encuentran algo que realmente les gusta. Para Santiago Galván, uno de nuestros queridos alumnos, eso ha sido el karate. Empezó a los cuatro años, y desde entonces ha hecho de esta disciplina parte de su día a día. Más allá de los movimientos y las cintas, Santi ha aprendido algo más profundo, que el karate se trata de carácter, no de ataque.
Hoy está muy cerca de alcanzar la cinta negra, una meta que no solo requiere técnica, sino también mucha entrega y responsabilidad. Este último año ha sido clave ya que ha participado en torneos, ha cumplido con su servicio social y ha entrenado con constancia. Todo eso suma mucho más que cualquier victoria.
Justo el domingo pasado compitió en el Torneo 2025, en la categoría Sub, cinta café, y se llevó el segundo lugar en kumite. Un resultado que habla de todo el esfuerzo que hay detrás.
En Piaget valoramos mucho lo que el deporte representa en nuestros niños y jóvenes. No es solo actividad física, es formación emocional, mental y social. Santi es ejemplo de eso. Ha crecido como persona a la par de su avance en el karate, y verlo llegar tan lejos nos llena de muchísimo orgullo.
Estamos seguros de que lo mejor todavía está por venir. ¡Felicidades, Santi!


