¡Cambio de Cinta!

Hay logros que se notan a simple vista, y uno de ellos es cuando nuestros niños de Taekwondo cambian de cinta. Porque no es solo un nuevo color en la cintura, es la prueba de que todo su esfuerzo, disciplina y energía (mucha energía) están dando frutos.

Clase tras clase, han aprendido no solo a dar patadas y moverse con agilidad, sino a ser constantes, a confiar en ellos mismos y a entender que todo gran logro empieza con un pequeño paso… o en este caso, con una buena patada bien ejecutada.

En nuestro Instituto, sabemos que el aprendizaje no se queda solo en los libros. Por eso, nuestras clases extraescolares son ese espacio donde nuestros niños descubren nuevas habilidades, aprenden valores como el respeto y la perseverancia, y sobre todo, se divierten mientras crecen.

Así que ¡muchas felicidades a nuestros pequeños taekwondoines! A seguir entrenando, disfrutando y, por qué no, presumiendo la nueva cinta con mucho orgullo. ¡Se la ganaron!

¡Felicidades!