Soy miss Helga, miss de Biología del Instituto Piaget, y les quiero contar mi experiencia en el deporte y en el Maratón de la Ciudad de México.
Desde que era niña, me encantaba hacer ejercicio. Empecé a correr a los 6 años y fui parte de un equipo de natación hasta los 16. En ese equipo, además de nadar, corríamos, y eso me inspiró a seguir corriendo por mi cuenta. Desde entonces, el deporte se ha vuelto una parte importante de mi vida.
Este año participé en mi séptimo Maratón de la Ciudad de México. En los seis anteriores, gané todas las medallas que deletreaban la palabra México. Pero este año, nos dieron una medalla especial con la imagen de la Torre Latinoamericana.
El deporte se ha convertido en una especie de adicción positiva en mi vida. A veces, como cualquier adicción, puede tener sus desafíos. En mi caso, tengo una lesión crónica en el talón, pero a pesar de los obstáculos, el deporte sigue siendo mi gran motivación.
Una de las cosas que más me gusta del deporte es que me da un espacio para pensar y estar conmigo misma, sobre todo al correr distancias largas. El deporte no es solo bueno para la salud, también nos enseña disciplina y perseverancia, y nos hace mentalmente fuertes.
En este último maratón, me concentré en mantener una actitud positiva para superar el dolor de la lesión de mi talón. Poco a poco, logré distraer mi mente del dolor y enfocarla en la meta. Aprendí que el deporte nos enseña a ser más fuertes mentalmente.
Así que, no importa cuáles sean tus desafíos, el deporte puede ser una herramienta poderosa para superarlos.